A horas de que Arcioni firme el decreto para adelantar las elecciones en la provincia, el Pro puso primera e inauguró su local de campaña en Esquel. Con el acompañamiento de autoridades y militantes del partido amarillo, radicales conversos y representantes del “peronismo” republicano, Nacho Torres encabezó el acto para apuntalar la precandidatura de Matías Taccetta a la intendencia. 

Más allá de la participación de los concejales del radicalismo Diego Austin y Karina Otero, que hace tiempo integran el equipo de trabajo de Taccetta, o el precandidato de Trevelin Horacio Massacese, lo que sorprendió fue la presencia estelar del intendente Sergio Ongarato. El hecho no hace más que acentuar los rumores que indican que el mandatario tendría un acuerdo con el Pro para deponer su candidatura en el Municipio, garantizándose un lugar en la lista de legisladores nacionales o provinciales, allanando el camino de su exsecretario de Hacienda. 

Pero más que rumores, ya son confirmaciones. En un pasaje de su discurso, Nacho Torres resaltó la figura de Ongarato y expresó que tiene “todos los pergaminos” para integrar el proyecto provincial. Misma frase que utilizada por el actual intendente al anunciar por sus redes sociales que no buscaría la re-reelección en la localidad cordillerana. La asombrosa alineación entre los intereses de Ongarato y el líder provincial del Pro, redujo las oportunidades del radicalismo de mantener uno de sus bastiones a nivel provincial. 

Tal es el vínculo con los referentes del Pro, que Ongarato habría confesado en privado que varias de las candidaturas del radicalismo en la localidad fueron anunciadas para negociar lugares en las listas, pero sin ánimos de avanzar a una interna. Este trascendido corrobora la información que circula en la ciudad desde hace varios días.

Asimismo, el evento también marcó la primera aparición pública del flamante partido vecinalista Confiar, herramienta electoral impulsada por Taccetta y construida junto al contador Juan Martín Sandoval, para nuclear a peronistas y radicales disidentes, así como sectores independientes. Además, también mostró su apoyo la agrupación evangélica “Una Nueva Oportunidad”.  

Sin embargo, aunque todo indicaría que el proyecto del Pro marcha sin sobresaltos, hay que prestar atención en los grupos que no formaron parte de la inauguración del bunker cambiemita, donde se registró la ausencia de varios representantes y dirigentes del radicalismo local. Por lo menos públicamente, no se trascendió la presencia de ningún “radical puro” ni de aquellos que adelantaron que podrían avanzar en una candidatura, como las ediles María Eugenia Estefanía, Fabiana Vázquez o el secretario de Obras Públicas, Herman Torres. 

No es un dato al azar: por más de tratarse de la inauguración de un local del frente político que integran, varios correligionarios no pueden obviar los roces que hubo en el pasado con el delfín del Pro, o las descalificaciones del propio senador, quien los trató de “marginales”.

No obstante, el panorama político para el radicalismo se ha vuelto cuesta arriba. Luego del resultado de las elecciones en Trelew, el equilibrio de fuerzas en frente Juntos por el Cambio volvió a inclinarse favorablemente para el Pro, dejándolos nuevamente relegados en la alianza. 

Ante un escenario adverso, la única estrategia posible del radicalismo para conservar una “cuota” de poder es intentar retener el control en los territorios que gobiernan, como Rawson y Esquel. Queda por resolver cuál será la táctica del radicalismo local ante un adversario como Taccetta, una figura en la cual delegaron la responsabilidad de conducir la gestión del Municipio hasta que decidió “traicionarlos”, jugándoles la interna en las elecciones intermedias. ¿Qué nombre encarará el proyecto de la UCR esquelense?